6.17.2011

Comunicado # 25. ¡Ma´Alsalama Medio Oriente! ¡El último relato!

"…Todos las rutas del Mundo empiezan en la puerta de casa..." Pablo Rey en "La vuelta al Mundo en diez años"


Hola a todos. ¡Lo intenté!, intenté por dos semanas escribir un último relato que en teoría pondría en este espacio el mismo día en que dejara Medio Oriente, pero la sumatoria de todas esas cosas que ocurren cuando se decide partir, ocuparon todos los espacios posibles e hicieron que no pudiese llevarlo a cabo como quería. Ahora que lo veo, siento que fue lo mejor que pudo haber pasado porque tal vez me hubiese despedido de esta experiencia con palabras un poco cargadas por el afán, y quizá, con un poco de mala energía por varios inconvenientes que me ocurrieron la última semana.
Hoy, ya más tranquilo, mientras comparto mesa en un pequeño restaurante en las afueras de Roma con una señora que bordea los 75 años, y que me cuenta que debido a que acaba de partir la llave en la cerradura de la puerta de su casa, se ha quedado en la calle; es apenas ahora que realmente empiezo a ser conciente que de verdad he dejado Medio Oriente. Se que suena extraño, pero pocas veces se tiene conciencia inmediata cuando se toman decisiones de este talante, muy a pesar de que desde hace poco más de dos meses cuando notifiqué mi renuncia ya tenía una fecha fijada para abandonar el país del todo. Pero las distracciones, las carreras, la imprescindible sensación de querer compartir hasta el último minuto con los buenos amigos y la necesidad de dejar todo cerrado, no te dejan espacio para que reacciones en que de verdad estás cambiando de vida. Hace dos semanas crucé inmigración como si estuviese saliendo de vacaciones, pero ya lo decía Pablo Rey en su libro "La vuelta al Mundo en diez años": "…Sucede, pasa. A veces no sabes que estas cruzando una línea hasta que estás al otro lado. Y la vida nunca volverá a ser igual…".
Creo que lo mismo sucedió cuatro años atrás, cuando aquel domingo que regresaba de cine, recibí la llamada de JCM con la propuesta de irnos a Dubai, un lugar del que sólo conocíamos presentaciones en power point, pero que no teníamos ni remota idea donde quedaba exactamente.
Siento que justamente con esa llamada se estaba cruzando una de estas líneas, pero no lo supimos sino hasta quince días más tarde cuando con pasabordo en mano hacíamos la fila en la puerta F56 de aeropuerto Charles De Gaulle para embarcar el vuelo 530 de Air France con destino Dubai.
Recordando esto, me es imposible no traer a colación algunos apartes del artículo "literatura de viajes" de Santiago Gamboa, publicado en El Espectador hace poco más de un mes. Allí, cuenta Gamboa que decía Santiago Roncagliolo  en la entrevista que le hizo a Paul Theroux (escritor de viajes) al preguntarle por un consejo para los jóvenes narradores, Theroux le dijo: "Hay dos consejos importantes: lee muchos libros y lárgate de tu casa". Cito esto, porque fue precisamente lo que hicimos: atender las palabras de Theroux, así por aquel entonces ni siquiera las conociésemos.
Todos tenemos una razón para irnos y abandonar la casa en algún momento: curiosidad, enriquecer la hoja de vida, aprender otra lengua, tener fogueo profesional en otros ámbitos, ver otras culturas, etc. Lo que nunca se prevé, es que partes con un pretexto del cual ya has creado previamente un imaginario cuasi ideal, pero nunca tendrás la certeza de lo que encontrarás en el camino, que es, sin lugar a dudas, lo que realmente construye la experiencia. Para lo demás ya estabas preparado.
Cuando se emprenden viajes y se eligen los exilios voluntarios, casi siempre se cruzan las mismas etapas: primero está la expectativa, luego viene la adaptación, luego el choque cultural, más adelante la ineludible nostalgia, luego la etapa en que te da por hacer balances que es donde aparecen las disyuntivas: "¿me voy?, ¿me quedo?, es que tal cosa es mejor aquí que allí, pero es que allí están aquella cosa y la otra"; y así te vas debatiendo hasta que finalmente llega la etapa de la toma de decisiones porque te das cuenta que no hay lugar perfecto, y que lo que si hay, son mejores estados de confort del alma. Entonces aparecen de nuevo esas líneas a cruzar cuando ya se sospecha donde es que se anhela estar.
Así mismo, he de mencionar que como en todo proceso, hay siempre un componente latente que atraviesa transversalmente cada una de esas etapas que les mencionaba, y es, digamos, el hilo conductor que las teje, que para el caso de los viajeros siempre será la soledad. Entendida, claro, desde toda la amplitud de su significado. Porque al final es un proceso individual lleno de encuentros con otros procesos individuales, que cuando coinciden, lo enriquecen, lo cuestionan, lo hacen avanzar u otras tantas veces lo entristecen. Pero es eso, así se compartan los mismos espacios, los mismos proyectos, los mismos amigos, siempre se siente en tiempos diferentes, y por ello mismo cada cual va tomando las decisiones a medida que las va sintiendo y al final en sumatoria es lo que podemos llamar "Mi experiencia".
Muchas veces, la soledad se presenta con la faceta del gana-gana y se actúa tal cual: crezco mi curriculum, viajo, ahorro esto, aprendo aquello (Individualidad pura y dura). Pero otras veces se manifiesta en su sentido más craso: ¡Que solo estoy lejos de lo mío!  Y ello puede (como tantas veces lo hizo),  arrinconarte en el extremo de la nostalgia. Por eso siempre me interesó la cita que de Kavafis hacía Héctor Abad en su libro "Oriente comienza en el Cairo": "…No hallarás otras tierras ni otros mares, tu ciudad irá contigo a donde vayas…" Porque es una cita cargada de certeza, siempre hay una añoranza de ese lugar donde construimos los lazos primarios de vida y donde siempre se anhela regresar para seguir tejiendo unos lazos más amplios. Se que puedo estar excediéndome en las citas de otros, pero de nostalgias, amor y añoranzas ya muchos han escrito y muchas veces ellos mismos han tenido la elocuencia de aquellas palabras que a veces te es difícil sacar. Por eso recurro de nuevo a Gamboa en otro fragmento del mismo artículo que les mencionaba al comienzo de este relato. Decía: "…Todo el mundo ama a alguien. Todos extrañan a alguien que vino al aeropuerto o a la estación y les hizo, a lo lejos, un sentido adiós. Todo el mundo tiene una sobrina preferida a la que le compró un vestido típico, unos padres a los que lleva una artesanía y una botella de vino. Todo el mundo ama a alguien. En el fondo es lo más banal y al mismo tiempo es lo único de nuestra experiencia…".
Dejo Medio Oriente feliz, pero no por el hecho mismo de abandonar un lugar cargado de restricciones, sino porque la experiencia fue fantástica y porque precisamente el hecho de ser un lugar apartado y lleno complejidades fue el ingrediente que permitió que los aprendizajes fueran altamente enriquecedores en todos los niveles y que dicha experiencia fuese un gran privilegio. Por eso mismo recuerdo también con nostalgia que la carcajada fue general y muy ruidosa, cuando una de aquellas noches de cine clandestino veíamos como en la película "Body of lies" que se desarrollaba en Medio Oriente, el Jefe le decía al personaje que interpreta Leonardo Dicaprio: "...Regresa conmigo a Washington, te ofrezco las mejores condiciones, ¿o qué?, ¿Te vas a quedar por aquí? Y Dicaprio le responde: "¿Por qué no?, ¡a mi me gusta Medio Oriente! Y el Jefe le dice: "Ja, ja, ja… ¡Mentiroso! A nadie le gusta Medio Oriente…" Nos reímos porque todos vivíamos en carne propia el contexto de las palabras del jefe y así mismo sabíamos que tenía un porcentaje altísimo de certeza. Casi la misma que tenemos hoy en día los que una vez nos reímos de la escena (y otros tantos más), de saber que de no haber sido por este complejo terruño nos habríamos perdido de compartir con gente maravillosa, de tantas buenas cenas, de tantas mañanas de fines de semana tomando un buen café, de haber reconocido nuestras individualidades, de las tardes de chismoseo, de la escala de los proyectos, de entender muchas facetas de la arquitectura hasta entonces desconocidas, de los viajes, las parrandas, de las serenatas que dimos, de los hermanos que gané, de aquellos que siempre nos esperaron con los brazos abiertos en las vacaciones, de los Charlies que tantas canas me sacaron, de todos los que viajaron conmigo en la distancia que siempre tuvieron alguna palabra por un chat o por correo, del fuerte vinculo incondicional y creciente que se hace con la familia, pero sobretodo el invaluable hecho de irme lleno de amigos para la vida.

 
¡...El más grande de los abrazos para todos...!

Trayecto Praga – Berlín, a los diecisiete días del mes de  junio de 2011

5.14.2011

Comunicado # 24. Filosofía Charly para Dummies. ¡..Datos útiles para vivir en Medio Oriente..!

Notas:
1. Charly: Término usado en Medio Oriente para englobar a trabajadores del servicio bien sean Árabes, Indios, Pakistaníes, Bangladeshí, Filipinos ó de Sri Lanka (Este término es en la mayoría de las veces despectivo).
2. \\O.o// = Gráfico ideado por mi amigo RMM, para denotar en lenguaje escrito el clásico gesto de los Charlies.
3. Sociedad Secreta: Agremiación de Charlies unidos.

Hola a todos. Como algunos de ustedes ya sabrán, estoy cruzando ahora la etapa final del ciclo Medio Oriente, y no quisiera irme de estas amarillentas tierras sin antes dejar algunas anotaciones que bien podrían servir a quienes estén apenas comenzando a vivir en este edificado desierto, o bien, a quienes en un futuro se aventuren a venir a vivir experiencias de este lado del globo.
Con el transcurrir del tiempo, he ido comprendiendo que no hay nada misterioso en vivir en alguno de los países árabes, y que la buena o mala adaptación solo depende de la capacidad individual para entender que el quid del asunto está en lo que yo llamo "La Filosofía Charly", que no es otra cosa que la gran plataforma en la que están sostenidas la mayoría de las cosas de este andamiaje.
Se que todo esto suena un poco extraño, pero si entramos a buscar argumentos por los vericuetos de dicha corriente veremos como todo se va aclarando y no deja lugar a dudas que dicha filosofía es la madre de todo este establecimiento.
Lo primero será entonces definir los términos de ¿Quienes son?, ¿Dónde están?, Filosofía, Precauciones y Convivencia; y tendríamos así un manual básico (para Dummies) de supervivencia a los "Charlies".
Empecemos pues con las definiciones:
¿Quienes son?: Los Charlies son todos aquellos trabajadores de origen árabe, indio, pakistaní, bangladeshí, filipino o de Sri Lanka, dedicados a servicios generales y a la atención.
¿Dónde están?: Son omnipresentes. Están en todos los sitios a los que vayas: supermercados, restaurantes, oficinas, estaciones de gasolina, almacenes, fronteras, aeropuertos, compounds, etc.
Filosofía: Es una corriente de pensamiento hecha básicamente para el servicio, pero que por las condiciones de esclavitud y sumisión que por origen y funcionamiento se tienen sobre los pertenecientes a esta filosofía, no siempre se hace de buena gana. En otras palabras, la visión que se tiene en Medio Oriente de estos personajes como esclavos, les hace, muy entendiblemente, responder y actuar hacia sus servidos de una manera poco agradable.
Dentro de la escuela Charly hay un par de matices que ya otras veces he explicado, pero que bien merecen la pena ser recordados para su fácil reconocimiento: 1. Los gestos: siempre que se dirigen a ti emprenderán un movimiento de vaivén lateral de cabeza igual al de los perritos que hay en los taxis Colombianos pero a toda velocidad, y simultáneamente harán un giro de mano de 180 grados de abajo hacia arriba. Hasta los dedos tienen posición especial en ese giro, imaginen la pata del pollo en sopa de carretera, que siempre tiene unos dedos amenazadores hacia arriba, pues lo mismo (Para efectos de este texto usaré el ícono \\O.o// para representar los gestos que acabo de explicar). Y, 2. La escala Charly: tiene que ver con la jerarquía de clases que hay entre ellos, porque se marcan las diferencias hasta dejar claro que hay unos con mejor posición que otros. Que sirva de ejemplo esto que me ocurrió un día en la oficina: se estaba reordenando el espacio y movimos escritorios, archivadores, etc. Y cuando me estaba instalando en el mío, le dije al Charly de los tintos que me ayudase a limpiar y me dijo: "\\O.o// Claro, claro \\O.o//", pero no lo hizo él, sino que le dio un grito a otro Charly, el otro vino y evaluó la situación y llamó a un tercer Charly que era el más nuevo y fue él, el que acabó haciendo la limpieza, mientras los otros dos seguían leyendo el Corán en la cocineta.
Aclarado lo anterior, y sabiendo que cerca del 80% de las cosas que se hacen aquí, bien sean personales o de trabajo, siempre tendrán que ver con algún Charly, es mejor estar preparados para las innumerables "sorpresitas" que estos silenciosos personajes tengan reservadas para ti.
En síntesis "La filosofía Charly" = Yo te sirvo, tu pagas, pero espera a ver como te sorprendo mientras te sirvo \\O.o// je je je…! (Risa Charly maliciosa). Y así transcurre el día a día por estos países.
Precauciones: Como siempre hay un constante riesgo de recibir alguna "sorpresita" (que comúnmente llamamos ataques) por parte de la "Sociedad Secreta", mi recomendación es estar siempre preparados y alertas, aunque la gran mayoría de las veces no sirva de nada y siempre acabes cayendo en la trampa.
He aquí pues algunas sugerencias para situaciones comunes sustentadas con sucesos reales que aquí hemos tenido que padecer:
La hora del rezo: Es fundamental que nunca se olvide que estos países son fundamentalmente musulmanes y por ello mismo comprender que las cinco veces al día que sucede la hora del rezo son sagradas y en consecuencia toda actividad se detiene durante su transcurso y saber que los diez minutos previos a la oración la comunidad Charly empieza a entrar en una especie de trance de ansiedad o pasividad del cual solo tu serás la víctima. Ejemplo: El supermercado: hace poco que estaba haciendo mercado justo en la delgada línea de tiempo de que ya casi van a cerrar y el Charly en su tranquilidad me hizo un "súper combo" es decir, tres ataques en uno, lo primero fue que el Charly que me pesó las frutas puso mal la pegatina del código de barras y cuando las fui a pagar, el cajero cogió la bolsa rompiendo el código de barras y estuvo mas de tres minutos (que en ese momento son una eternidad) tratando de pegarlo para que el lector se lo leyera y al final lo consiguió sin inmutarse ni por el tiempo, ni por la fila de gente que lo mirábamos impávidos. Luego me dice: "\\O.o// señor, el código de este producto no lee, entonces no lo puede llevar \\O.o//", entonces le digo: "¿Cómo que no?, mande a alguien a que lo cambie como sucede en todos los supermercados del mundo", pues no, no lo hizo y se limitó a mover cabeza y manos \\O.o// y me ignoró. Luego acabó de registrar todo el mercado y le entregué la tarjeta débito, la pasó tres veces, y las tres veces le falló, entonces me dice caradura: "¡Ahhhh si!, \\O.o// lo que pasa es que desde hace mas de dos horas el sistema del supermercado está caído, vaya a un cajero y vuelve \\O.o//" sobra decir que los cajeros estaban llenísimos porque todo el mundo estaba en las mismas. Al poco rato, regreso echando humo por las orejas y con el efectivo en las manos y le digo: "Listo, tome el dinero que me voy con mi mercado" y me replica: "\\O.o// No, no, no señor, espere que tengo que volver a registrar todo otra vez \\O.o//, aunque no se si me de tiempo, ya vamos a cerrar, entonces mejor vuelva en media hora \\O.o//". Yo creo que el hombre hábilmente detectó que si no lo hacía ahí mismo, podría haber terminado picado en un shawarma esa misma noche, así que procedió, no sin antes repetir la misma maromita del código de barras roto en la bolsa de las frutas. ¡PLOP!.
Sugerencia: NUNCA vaya a mercar muy cerca de la hora del rezo y siempre disponga de efectivo, así no le da papaya al Charly.
Procure no infartarse o necesitar una ambulancia: Un año atrás, estábamos en el festival anual de la cultura árabe Janadriyah y cuando llegó la hora del rezo, las hordas de gente se tumbaron sobre las calles a hacer sus oraciones. Justo en ese momento venía una ambulancia pidiendo vía con una emergencia médica y necesitaba cruzar cuanto antes la calle para salir del recinto ferial, pero ¡oh sorpresa!, nadie se movió y la ambulancia tuvo que reversar para buscar caminos alternativos para salir, mientras toda la comunidad Charly permanecía orando como si nada hubiese pasado.
Procure no asistir a conferencias de proveedores fuera de horarios laborales: Hace pocos meses asistimos a un prestigioso hotel de la ciudad a atender una conferencia sobre pinturas para climas extremos, y en medio de la conferencia el Charly que la dirigía se detuvo y dijo: "\\O.o// Señores, vamos a hacer una pausa por el rezo, nos volvemos a ver en media hora \\O.o//", en ese momento ves como el 90% de sala se va a rezar mientras nosotros nos quedamos mirando para el techo, porque incluso no hay ni siquiera quien te ponga un tinto.
Procure aguantar sus ganas de hacer pipí: Esta siempre será la mejor opción si está en algún sitio público o en su oficina justo antes del rezo. Así se evitará ver a los Charlies haciendo la respectiva ablución previa a la oración de manera muy desagradable, es decir, gente sonándose los mocos durísimo y lavándose los pies todo junto en el lavamanos. También se evitará el tener que esquivar los charcos que dejan como consecuencia de lo anterior. Así que mi sugerencia es que vaya al baño por lo menos media hora antes del rezo o media hora después cuando ya hayan regresado y hayan puesto al Charly de menor rango a secar todo ese desastre. ¡A propósito!, siempre me he preguntado ¿Cómo es que en un país como este, donde el asunto del rezo es una cosa tan seria, como es que no hay un sitio especial para la ablución que esté adjunto a las salas de oración que están, estas si, obligatoriamente en todas partes?.
Tenga siempre un Ipod o un buen libro a la mano: Si estás solo y te sorprende la hora del rezo en alguna caja y no alcanzaste a pagar, lo mejor es tener con que distraerse y así evitarán que les pase lo que me sucedió hace un año, cuando esperaba en la caja de un Home Center y de repente entró un Mutawwa (Policía religiosa) a echarle cantaleta de manera bastante agresiva a todos los que estábamos allí por el hecho de no estar rezando, por infieles. Como no tenía distracción, me fue imposible dejar de prestarle atención a la sarta de regaños que vociferaba ese señor.
La atención: En Arabia los Charlies no tienen el don de la atención, siempre serán constantes las órdenes de pedido equivocadas y hay cierta tendencia a la comodidad. Así que si alguna vez se ven envueltos en alguna situación así, lo mejor es armarse de paciencia, seguir firmes en la decisión o simplemente hacer gala de la resignación y simplemente dejar así. Por ejemplo, el fin de semana pasado estábamos cenando en un restaurante y pedí un "X" plato, y al cabo de 40 minutos empezaron a llegar los platos de los demás, pero del mío ni sombra, así que el Charly me dice caradura: "\\O.o// Señor, no quiere mejor cambiar su plato por otro, porque es que el suyo está muy demorado de cocinar \\O.o//" ¡Re-PLOP!. Así que haciendo gala de el consejo de mantenerme firme le dije: "¡Pues NO!, quiero lo que le pedí en un principio", como era de esperarse me puso a esperar y me sirvió cuando ya todos habían acabado, pero me quedé con la satisfacción de no perder la pelea.
Otras veces, como les decía, es mejor dejar así, sino, la experiencia puede ser aun peor. Ejemplo: En otro restaurante que nos habían recomendado porque tenían muy buen pescado para compartir, le hemos dicho al mesero que nos explicara cual era la mejor opción y nos dijo que lo ideal era que pidiéramos un pescado de un kilo por cada tres personas y que era suficiente, así que como éramos seis, le hemos dicho que trajera dos pescados de un kilo cada uno, al cabo de media hora, sirvió un solo pescado en la mesa y por cortesía nadie empezó a comer esperando que el otro pescado llegase pronto. Pero luego de ver que no llegaba, llamamos al Charly y le preguntamos que porque no traía el otro pescado a lo que respondió: "\\O.o// ¿Cual otro pescado? \\O.o//" y le dijimos: "Pues hombre, el otro que te pedimos, eran dos pescados de un kilo cada uno" y replicó: "\\O.o// no, no, no, era un pescado de dos kilos y eso fue lo que les traje \\O.o//" ¡Requete-PLOP!, ante tamaño ataque decidimos dejar así y compartir lo que había en la mesa.
En el trabajo: Tenga siempre un plan de contingencia y nunca se confíe de las respuestas, incluso si ya has preguntado más de tres veces si todo quedó claro, porque siempre te pueden sorprender con situaciones como estas: 1. Una vez una de las personas que estaba a mi cargo llegó tardísimo a trabajar y se sentó de lo más fresco en el puesto sin dar explicaciones por su tardanza, así que me acerqué a preguntarle el motivo y me respondió: "\\O.o// ayer fueron los Premios Oscar \\O.o//" y le dije:"¿Y eso que tiene que ver?", me miró inquisidoramente y me respondió: "\\O.o// pues como que ¿qué tiene que ver? \\O.o//, que se acabaron como a las cuatro de la mañana y no iba a llegar a trabajar así de trasnochado \\O.o//" ¡PLOOOOOOOOOOOOOOOP!. 2. Lo que le pasó a mi amigo SMB en su oficina: le dijo al Charly: "Viejo, hay que entregar urgente tales y tales planos, ¿para cuando crees que los tienes?" Y el Charly muy efectivo le respondió: " \\O.o// today sir. \\O.o//" (léase "tudei" = hoy)", y mi amigo le preguntó: "¿Seguro?" y el Charly le aseguró que si, que efectivamente lo haría ese día. Al caer la tarde, en vista de que el Charly no entregaba nada, le han preguntado: "Viejo, ¿Qué hubo de los planos?" y el Charly respondió:" \\O.o// ¿Cuáles planos? \\O.o//" y mi amigo: "Pues los que me has dicho esta mañana que "tudei"" y el Charly: "\\O.o// ¡ooooh! I´m very sorry sir \\O.o// I didn´t say today, I said two days" ¡PLOOOOOOOOOOOOOOOP!, el Charly en su ingles le dijo "tu deis = dos dias" y no "tudai = hoy".
La verdad es que creo que podría quedarme aquí contando los cientos de historias que aun tenemos guardadas con estos personajes adoradores del Cricket, pero no quiero aburrirlos más con estos ladrillazos de textos y creo que la ilustración es más o menos suficiente para que se hagan una idea de lo que es convivir en medio de otras culturas, y casi prefiero que las demás historias las dejemos para unas buenas cervecitas tertuliadas a mi vuelta a casa. Si todo lo anterior no les molesta mucho, seguro que tendrán estadías apacibles y sin problemas, sino, prepárense para volver un poco más calvos y más canosos de lo que un día llegaron.

Hasta la próxima…!

3.20.2011

Comunicado # 23. Sobre los compromisos. ¡..La ley de la imposición..!


Hola a todos. Luego de haber releído el libro "Las Chicas de Riyadh" de Rasha Alsanea y de haber concluido "Sultana" de Jean Sasson, no me queda más que un gran sin sabor y el recurrente ejercicio de imaginar lo que sucede tras esos muros, que a manera de muralla, envuelven de manera claustrofóbica la gran mayoría de las viviendas de Arabia Saudita.
Lastimosamente, tengo que decir que el imaginario personal ya no me da para pensar que tras dichos muros suceden cosas positivas en cuanto al trato a la mujer se refiere o en cuanto a buenos valores familiares. Algunos me dirán que exagero y que no en todos los casos es así, pero cuando se leen estos testimonios y cuando en las habituales conversaciones informales salen a relucir los casos reales y frecuentes que alguna gente por cuestiones laborales ha tenido que enfrentar con relación a esto, ya la mente te queda formateada solo para pensar en una dirección, que por supuesto es negativa.
Si bien no quiero entrar en el plano de juzgar valores ni de criticar los pilares religiosos que sostienen esta cultura (porque al igual que las discusiones políticas estos temas nunca se cierran), si quisiera dejar en evidencia varias de las múltiples diferencias que nos separan del peculiar modus vivendi árabe en cuanto a los compromisos se refiere.
Un par de años atrás, un compañero de trabajo oriundo de la India, mientras compartíamos un café, me decía que como sabía que yo no era casado que ¿cuando estaba planeando mi matrimonio?, a lo que respondí: "Hombre, pues primero debo encontrar con quien" y él un poco asombrado me decía: "Y porque no vas llamando a tu papás y que vayan escogiendo las candidatas y así cuando vayas de vacaciones escoges una". Como vio que dejé escapar una leve sonrisa, instó: "Ummm, por lo que veo allí no es así", y repliqué: "No, no, no, allí nadie selecciona por nosotros. Lo hacemos por mutuo acuerdo con la pareja que consideramos adecuada. No faltaba más que a uno le escogieran la esposa", esto último le sentó un poco mal y me hizo saber que si a mi me parecía retrógrada la manera como lo hacían en la India, que entonces investigara como se hacía en la mayoría de países árabes y que eso si me iba a parecer arcaico.
Poco antes de soltar esa última anotación, este hombre me venía explicando que él ya tenía ganas de casarse y que ya le había informado a sus padres en la India, quienes a su vez ya habían puesto un aviso clasificado en el periódico local de su región que ponía algo como: "Familia XX tiene el placer de informar que su hijo, el Ingeniero XX, residente en Dubai y con trabajo en una compañía consultora Europea, desea contraer nupcias prontamente. Familias interesadas favor comunicarse a XX teléfono". Y allí empezaba el tejemaneje de llamadas y de entrevistas que sus padres hacían a otras familias quienes llegaban con sus hijas y ofreciendo X dote obligatoria para casarlas con tan buen partido. Al poco tiempo, su familia haría una preselección de unas dos o tres jóvenes a quienes consideraban la mejor opción. Luego este señor haría un viaje a la India y escogería a una de ellas y empezarían a hablar por un tiempo prudente y si existía buena química, se tomaría la decisión de la fecha de la boda. Y ¡listo!, así no más. Confieso que a mi me seguía pareciendo increíble hasta que seis meses después asistimos a aquella boda donde todos lucían felices.
Aquí, en Arabia, el asunto es a otro precio, y por supuesto que tal y como me lo había advertido mi compañero, este asunto me pareció y me sigue pareciendo bastante retrógrado. Aquí los matrimonios son en la gran mayoría de los casos un asunto de imposición en donde la mujer solo en contadas excepciones puede manifestar su opinión, o su desacuerdo con la pareja con la que sus padres estén tratando de casarla, y más difícil aun, que dicha opinión tenga alguna ingerencia. Y digo tratando, porque es el hombre quien decide si quiere como esposa a tal o cual candidata que sus padres ya hayan preseleccionado para él, sin que la chica pueda esgrimir opinión alguna, es decir, que si el hombre la escoge, ella tiene la obligación de aceptar.
También es cierto, que en el mundo árabe los matrimonios son para los hombres en muchas ocasiones la vía más directa de poder acceder carnalmente a una mujer y para demostrar su hombría a través de la paternidad; y para ellas, significa la mejor oportunidad de poder salir de su casa y de la opresión de su padre y poder convertirse rápidamente en madre, cumpliendo así, el sueño de toda buena mujer musulmana. El hecho de que aquí los noviazgos sean legalmente prohibidos y que la mujer necesariamente tenga que llegar virgen al matrimonio, crean una atmósfera de afán y precocidad en la toma de decisión de casarse. Lo que hace que sea bastante común que se casen muy jóvenes: para ellas la edad apropiada comienza más o menos a los 16 años y para ellos puede estar por los 21.
Esto último no quiere decir que en el plano "ilegal" no existan los noviazgos, pero ante el sin número de trabas, restricciones y castigos que les impone la ley, el lado seguro es optar por un temprano matrimonio. Y por supuesto, lo preferido siempre será evitarse desilusiones por enamorarte de quien seguramente no será tu esposa o tu marido, porque como ocurre casi siempre, ya sus padres tendrán previamente seleccionado algún candidato diferente para un futuro enlace.
Otra práctica bastante común es que se casen entre miembros de una misma familia con el fin de que se conserve en linaje, también para no perder algunos beneficios gubernamentales y para que sus fortunas sigan permaneciendo en casa.
Este tipo de unión familiar trae a veces consecuencias nefastas de malformaciones genéticas como niños con calvicie temprana, problemas de ceguera, tiroides, etc. Los amigos nuestros que se mueven en áreas de la salud están llenos de historias y de casos extraños que a diario les toca enfrentar y cuentan que en su gran mayoría son casos sin tratamiento posible por ser problemas congénitos.
Existen también algunas otras situaciones colaterales como consecuencia de las restricciones en las relaciones. Es bastante común el homosexualismo en ambos sexos por la condición misma de no poder compartir sino con sus congéneres mientras están solteros, y valga decir, que tampoco es que le vean mucho problema porque aquí culturalmente solo se considera maricón el que recibe pero nunca el que da, cosa que ya es bastante ilógica.
No se yo como será la vida sexual matrimonial en el mundo árabe, pero sospecho que no debe ser ni la mejor experiencia ni mucho menos la más gratificante, puesto que la inexistencia de noviazgos previos en la juventud te priva de compartir experiencias, trato con el otro, aprendizajes por ensayo y error, al igual que la privación de el enamorarse y el poder vivirlo de manera compartida. Por el contrario pienso que la sumatoria de todo esto, más el ver a la mujer solo con fines de procreación y el que el aprendizaje sexual de los hombres venga de las enseñanzas de la prostitución, no pueden generar otra cosa que matrimonios emocionalmente infelices y mujeres maltratadas sexualmente por física ignorancia.
Tal vez sea esa la razón del querer casarse hasta cuatro veces como les permite la ley a los hombres. Otra cosa es que no lo hagan por falta de recursos económicos, porque así mismo como la ley lo permite, también dice que a cada una de las esposas debes ofrecerles las mismas condiciones que a las demás.
Finalmente queda el sentir que mientras estas historias no cambien y las cosas sigan funcionando de esta manera, siempre la consecuencia será tener una sociedad afectivamente inestable y llena de temor para las mujeres quienes ante el miedo de las fatales consecuencias que un divorcio pueda significarles, siempre preferirán someterse a unos maridos que creen que regalando Rolex y Cartier por los bares del mundo conseguirán un afecto hasta ahora desconocido, pero que su ignorancia emocional así lo imagina. ¡Morirán engañados!.

Hasta la próxima…!