3.26.2008

Comunicado # 7. Ramadán. Historias del Metabolismo descompuesto. Octubre 2007.


Hola a todos. Hace ya unos veinte días que el calendario al fin marcó el día del Eid, que no es otra cosa que la culminación del tortuoso y extraño mes de Ramadán, que para entrar un poco en materia convendría explicar que es noveno mes lunar del año y es el que corresponde al tiempo del ayuno para todo el pueblo musulmán, y es más o menos el equivalente a una mezcla entre Semana Santa y nuestra época de navidad. La historia se trata entonces que deben comenzar el ayuno a la hora del Imsak que esta marcada por la salida de sol, y terminar, a la hora del Iftar que es la que marca la puesta del mismo y es el momento donde se levanta el ayuno para dar paso a la fiesta.
Esta temporada fue para nosotros los occidentales algo que nos descontroló la vida los treinta días que duró, porque está gente incomprensiblemente se ve feliz de ayunar y aguantar hambre desde las cinco de la mañana hasta mas o menos las siete de la tarde, porque aquí el sol por esa época estaba poniéndose a esas horas. Y lo digo con la certeza de notarlos amables y sin ninguna clase de preocupación por no haber ingerido ni saliva, porque hasta eso prohíbe la ley islámica, mejor dicho, el ayuno no es solo comida y líquidos, también incluye abstinencia sexual y besos que puedan transmitir algún tipo de fluido, además que restringen todos los restaurantes en la ciudad y les prohíben vender comida porque lo consideran una ofensa que te puede llegar a dar cárcel si eres visto por la autoridad. Como ven, aquí fue donde se nos empezó a trastocar todo, puesto que teníamos que llevar mecato de la casa y salir por turnos a comerlo escondidos en las escaleras de servicio del edificio o en su defecto en la sala de juntas de la oficina, y esto solo era para poder aguantar hasta mas o menos las cuatro de la tarde que era la hora promedio en la que llegábamos a la casa para poder preparar algo de almuerzo. El tema es que ya para ese momento tanto nosotros como la ciudad estábamos desesperados, mal genio, con dolor de cabeza, y sin querer saber de otra cosa mas que comer algo. Era increíble ver en las calles el caos vial de la gente buscando comida, y desesperaba más ver todos los restaurantes de centro comerciales y hoteles cerrados con calcomanías gigantes que no dejaban ver nada en su interior. Lo difícil era que luego de almorzar a esa hora, ya después a la hora de la comida no tenías nada de hambre, y acababas por acostarte sin comer, o comiendo algo muy suave, lo que al otro día te garantizaba un hambre más feroz que la del día anterior. Fue un tiempo raro, un tiempo lleno de dolores de estómago y agonías, un tiempo donde todo el mundo trabajó a “media caña” como decimos los Paisas, un tiempo donde los musulmanes solo pensaban en sus cinco rezos del día y en que llegara el momento del Iftar para poder ir a atragantarse con toda la comida que les pudiera aguantar el cuerpo, que es una de las cosas que más contradictoria me parece puesto que se supone que el ayuno se hace como un sacrificio para poder sentir lo mismo que sienten los pobres de mundo al no comer, ¡pero claro!, una vez llega la hora, salen como animales a las mezquitas o a los hoteles a festejar con excesos y banquetes el sacrificio del día. Es más, todos los hoteles ofrecen banquetes con altos precios para festejar diariamente el iftar, y se pueden ver en las noches alrededor de las mezquitas la cantidad de Lexus, Ferraris y demás lujos parqueados disfrutando de su fiesta. Se que con lo que aquí cuento puede quedar cierto dejo de extravagancia, pero también debo decir que cada mezquita también auxilia otro banquete para los pobres en alguna otra parte de la ciudad, y que las donaciones que se hacen para educación y salud de las minorías son bastante importantes.
Como ven, esta devoción que tiene la cultura islámica para asuntos religiosos es absolutamente marcada y no pueden entender, o más bien, no comparten que nuestros sacrificios sean tan “Light” como el de solamente no comer carne un viernes de cada semana en la época de la cuaresma.
Ya afortunadamente estamos de nuevo en un tiempo normal, pero cada vez notando más las abismales diferencias que tenemos con este pueblo musulmán.
Hasta una próxima ocasión.

1 comentario:

Unknown dijo...

Me leí juiciosamente todas las entregas de tu blog. Soy el practicante de comunicaciones de la USB, he hice una nota en el boletín electronico de la USB para que la gente que quiera vea tu experiencia en este blog. Debo decir que es muy interesante todo lo que te ha pasado, y muestras la cara que querriamos coniocer, o al menos yo, sobre "un paisa en Medio Oriente" debo tambien decir que le envidio profundamente, por que mi sueño es salir de este villorrio, conocer el mundo, ver otras culturas, y paices. Suerte